Érase una vez una pareja que tenía una hija. La mujer murió poco después del parto y la niña fue
criada por el padre. Cuando la niña creció, el padre le dijo: “¡Hija mía, quiero casarme
contigo!”, pero la chica respondió: “Eso no es bueno. Seremos descubiertos por los otros,
porque en el mundo no se pueden guardar secretos”.
“Eso quiero ver, si realmente no hay secretos en el mundo“, dijo el padre. Fue a buscar arroz, llenó
una olla y lo cocinó. Después, llevó la olla al matorral y la enterró. Nadie sabía que tenía
enterrada en el matorral una olla llena de arroz, salvo él mismo y su hija.
Tiempo más tarde, aparecieron algunos hombres para cazar en el matorral. Ellos no sabían que en
el lugar donde estaban cazando, debajo de un árbol, estaba enterrada una olla llena de arroz.
Descubrieron, sorprendidos, que hormigas blancas que salían de la tierra junto a aquel árbol
transportaban granos de arroz. Enseguida empezaron a cavar, y encontraron una olla llena
de arroz cocido.
La hija, entonces, giró hacia el padre y dijo:
“¿Ves, papá? ¿No te lo había dicho, que en el mundo no se pueden guardar secretos?”.
Leyenda de Mozambique
domingo, 19 de mayo de 2013
viernes, 1 de febrero de 2013
Cuando me amé de verdad (Charles Chaplin)
Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia,
y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal
de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,
sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento,
o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… Amor Propio
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,
cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón,
y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado,
y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… Saber Vivir
No debemos tener miedo de afrontarnos,
de hecho hasta los planetas chocan,
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas.
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