sábado, 30 de junio de 2012

Un tonto listo.



Se cuenta que en una ciudad, un grupo de personas se divertían con el tonto
del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo
pequeños mandados y recibiendo limosnas.
 
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le
ofrecián escoger entre dos monedas: una tamaño grande 50 centavos y otra de
menor tamaño, pero de 1 peso.

Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas
para todos. 

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el
inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido
que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
– Lo sé señor, no soy tonto…., vale la mitad, pero el día que escoja la
otra, el jueguecito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

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